EL PROTOCOLO IRIM: 202410 - Mantenimiento de aerogeneradores con multiplicadora

El protocolo IRIM 202410, editado en el año 2017, trata de mostrar las tareas mínimas a llevar a cabo en un aerogenerador con independencia de la marca de éste. Puede ser utilizado como referencia tanto en empresas propietarias de parques eólicos como en empresas mantenedoras para completar los planes de mantenimiento que propone el propio fabricante y que, en muchas ocasiones, son finalmente corregidas por el propietario de la instalación. La base de su mantenimiento es una inspección trimestral del aerogenerador. IRIM es consciente de que, en muchos casos, el mercado trata de cambiar esta inspección trimestral por semestral con el objetivo de subir con menor frecuencia a la góndola.

protocolo202410

IRIM ha publicado el protocolo IRIM 202410 “Aerogenerador con Multiplicadora Completo” tratando de aportar una guía de referencia sobre las tareas mínimas de inspección que debe llevar a cabo un aerogenerador.

El protocolo elaborado por IRIM parte de varias bases. La primera de ellas es que todas las tareas son llevadas a cabo por electromecánicos. Es decir, no distingue entre tareas de naturaleza eléctrica y tareas de naturaleza mecánica pues, el personal del mantenimiento de los aerogeneradores cuenta tanto con formación eléctrica como mecánica y conocimientos relacionados con la instrumentación. Por las características propias de este tipo de equipos y por la necesaria optimización de costes, no sería lógico que los técnicos de mantenimiento estuvieran especializados en familias profesionales, como ocurre en otros sectores.

El segundo de los puntos en que se basa el mantenimiento de aerogeneradores es en dos tipos de tipos de inspecciones de acuerdo con su periodicidad. En primer lugar, existe toda una serie de tareas que hay que realizar con carácter trimestral y que suponen aproximadamente unas tres horas de trabajo por aerogenerador. Esta serie de puntos suponen la inspección de cada uno de los elementos que forman parte de la góndola, así como los elementos que forman parte de la torre en incluso de la propia cimentación y elementos situados en la parte inferior del aerogenerador. En segundo lugar se encuentran las tareas de carácter anual. Se trata de tareas de inspección que no se justifica llevarlas a cabo con tanta frecuencia como la trimestral, ya que los fallos potenciales que tratan de detectar tienen un periodo de generación mucho más largo.

Cabe destacar, que junto con estos dos tipos de tareas trimestrales y anuales hay un pequeño conjunto de tareas de naturaleza eléctrica que deben realizarse cada tres años, de acuerdo con las inspecciones legales vigentes en España.

■ QUÉ PARTES DEL AEROGENERADOR SE REVISAN
El protocolo IRIM incluye la revisión de todos los elementos que forman parte del aerogenerador. Estos son: la cimentación, la torre, el rotor (formado por palas, buje y eje principal), la multiplicadora (con todos los elementos accesorios que tiene), el generador, los sistemas eléctricos situados en la parte superior de la góndola, el sistema de orientación de la góndola, el sistema de orientación de palas, los cuadros de control, la torre, el ascensor y los sistemas de media tensión que generalmente van situados en la base de la torre.

■ LA NATURALEZA DE LAS INSPECCIONES
Más del 90% de las más de 100 tareas que incluye el protocolo de mantenimiento publicado por IRIM son inspecciones sensoriales. Es decir, se realizan con ayuda de los sentidos (oliendo, viendo, tocando u oyendo). Son inspecciones rápidas pero que permiten conocer perfectamente el estado en el que se encuentran cada uno de los componentes de la máquina.

Junto con toda esta serie de inspecciones sensoriales hay una serie de verificaciones de funcionamiento. Por ejemplo, en el sistema de frenado de la góndola o en el sistema de frenado del rotor. También hay verificaciones de funcionamiento en la puesta en marcha y sincronización de la turbina, en los aerofrenos (en el caso de que el aerogenerador disponga de este sistema) y en el correcto funcionamiento del sistema pich, el cual regula el ángulo de paso de las palas del rotor.

Como tareas de carácter sistemático, el protocolo de mantenimiento propuesto incluye las relacionadas con el engrase de terminados elementos. Hay que tener en cuenta que, hoy por hoy, muchos de los engrases antes manuales se han sustituido por engrasadores automáticos e incluso con centralitas de engrase que llevan la grasa o el aceite hasta los diferentes puntos de lubricación. Dentro de este grupo también se encuentran las tareas sistemáticas relacionadas con la limpieza de la góndola, el cambio de escobillas del generador, la sustitución de determinados filtros como los de los cuadros eléctricos, los filtros de aceite de la lubricación de la multiplicadora o los filtros secantes de ésta.

En cuanto a inspecciones más complejas, la primera de las que es necesario llevar a cabo es la inspección de palas. Se trata de inspecciones visuales del estado superficial de cada una de las palas y que se realiza con la ayuda de medios ópticos. Para su visualización se utilizan prismáticos, telescopios o cámaras con objetivos de gran alcance. En los últimos años se han empezado a utilizar drones, e incluso técnicas termográficas, o ambas, para la inspección más detallada y precisa de la superficie de la pala.

El protocolo de inspección propone también una serie de tareas enmarcadas dentro de lo que tradicionalmente se ha denominado mantenimiento predictivo, y que IRIM propone que se denominen técnicas de inspección con equipos offline. Las tareas de este tipo propuestas en el protocolo IRIM son el análisis de aceite, análisis de vibraciones, la inspección boroscópica de la multiplicadora o determinadas pruebas en equipos eléctricos, como medición de aislamiento, tangente de delta o descargas parciales.

A pesar de que la mayoría de las tareas que se propone en el protocolo de mantenimiento son de carácter mecánico, existe toda una serie de revisiones que tienen un carácter eléctrico. Estas revisiones son lógicas ya que hablamos de una máquina de generación de energía eléctrica y que, por tanto, cuenta con generadores, cuadros eléctricos, interruptores, seccionadores, cableado, etc.

Por último, cabe destacar que algunas tareas están relacionadas con los equipos de instrumentación y control teniendo en cuenta que la sostenibilidad, en general, de la instrumentación es baja. Por ejemplo, los sensores del aerogenerador son equipos fiables y robustos y sólo hay que determinar que están funcionando correctamente. En algún caso esporádico se procede a su calibración periódica.

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