CASO PRÁCTICO: Accidente mortal en chimenea de ventilación de una galería técnica de M-30

 Según informa el diario El Confidencial, la familia de Alonso C. R., de 15 años de edad, reclama al Ayuntamiento de Madrid 90.000 € en concepto de indemnización por la muerte del adolescente tras precipitarse desde lo alto de una chimenea de ventilación de una galería técnica de la M-30. El caso fue investigado por RENOVETEC a instancias de los responsables de la instalación, determinándose en el informe pericial remitido al Juzgado que se hizo cargo del caso que se trató de un accidente por una manipulación indebida. 

El Juzgado sobreseyó el caso al entender que no existía ninguna responsabilidad penal, en línea con lo establecido por el perito de Renovetec. La Audiencia Provincial de Madrid confirmó el sobreseimiento y ahora la familia reclama por la vía civil.

Alonso C. R., de 15 años de edad, se encontraba el 8 de febrero de 2017 con tres amigos en Madrid Río cuando decide subirse a uno de los conductos de ventilación que conectan el parque con los túneles técnicos de la M-30. Los cuatro adolescentes consideran que la chimenea, de unos siete metros de anchura y a 25 metros de altura respecto al suelo del túnel, era el lugar perfecto para realizar fotografías, por lo que se encaraman a la misma apoyándose en la caja de registro eléctrico que hay en uno de sus muros. Una vez arriba, la ’travesura’ dio paso a la tragedia. 

La parte superior de la chimenea está compuesta por rejillas y, una de ellas cede. Alonso, que en ese momento se encuentra sobre la misma, cae 20 metros e impacta contra un palé de ladrillos, golpe por el que fallece horas después en el Hospital 12 de Octubre. Dado que el mantenimiento de la instalación depende de la empresa Madrid Calle 30, sociedad adscrita al Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, el propio ayuntamiento encargó un informe al perito Santiago García Garrido, director técnico de RENOVETEC, estudio que se entrega el 27 de marzo de 2017 y cuya conclusión es tajante: la rejilla se rompió por "una manipulación intencionada", apuntando así a los cuatro adolescentes como únicos responsables del suceso. 

La familia de Alonso, sin embargo, no queda conforme con la decisión judicial y demanda tanto al Ayuntamiento de Madrid como a la empresa Madrid Calle 30, reclamando a ambos cerca de 90.000 euros, al considerar que la muerte de su hijo se debió a un mal funcionamiento de los servicios públicos. Para ello, la familia se apoya en el acta de los agentes de la Policía Científica, en el testimonio de los tres menores que se encontraban con Alonso y en un informe elaborado el pasado abril en el que se contraargumenta la conclusión del primer estudio.

El informe final del Director Técnico de Renovetec, el cual resultó crucial para el sobreseimiento de la causa, sostuvo tras el análisis de las fotografías tomadas en el lugar de los hechos y los ensayos de materiales llevados a cabo, que: “la rejilla fue liberada de su emplazamiento original poco tiempo antes del accidente por un sujeto no identificado, que habría golpeado las piezas soldadas que unían suficientemente la rejilla a la estructura, con un objeto puntiagudo hasta su ruptura, liberando dicha rejilla de su estructura de soporte”.

Para descartar que cediera por el peso del adolescente, concluyó: “la víctima, sola o con ayuda de otros, habría arrastrado la estructura fuera de su alojamiento. En el movimiento de desplazamiento, al superar la viga central la rejilla se quedó sin sustentación y cayó. La víctima, que sujetaba la rejilla, no pudo liberar sus dedos de la rejilla y se vio arrastrada por ésta en su caída. La rejilla y la víctima cayeron juntos, impactando uno de los bordes de la rejilla contra el palé de ladrillos, mientras que la victima estaría en el otro extremo. El peso combinado de la rejilla más la víctima habría producido una hendidura en el palé de más de 270 mm, dañando tres filas de ladrillos cerámicos perforados”.

La metodología empleada por Renovetec, la cual resultó crucial para la determinación de la causa y/o causas del accidente analizado, se basó en el método detallado en el libro INGENIERIA DEL MANTENIMIENTO, obra del propio perito del informe, y que a su vez está basada en las técnicas de ingeniería forense.

La metodología empleada contempla el seguimiento de un total de nueve fases: 

1. Descripción de los hechos conocidos del accidente.
2. Obtención de la información necesaria, utilizando cuatro fuentes: análisis de la documentación puesta a disposición, entrevistas personales, análisis de datos registrados en sistemas de control (cuando se disponga de dichos datos), inspección de la escena del accidente in situ, y realización de pruebas en la instalación y/o ensayos en laboratorio.
3. Elaboración del listado de daños. Las hipótesis de trabajo deben recoger todos y cada uno de los fallos y hechos anormales reflejados en esta lista y aportar una explicación clara y coherente para todos ellos.
4. Elaboración de la lista de hechos significativos, que pueden o no tener relación con el problema analizado pero que llaman la atención del investigador.
5. Elaboración del listado de causas que justificarían cada uno de los daños.
6. Descarte de las causas imposibles, mediante la aplicación de leyes científicas o mediante la realización de pruebas y ensayos.
7. Elaboración de una o varias hipótesis que contengan las causas no descartadas. Cada hipótesis planteada tiene que explicar suficientemente cada uno de los daños detallados en el punto 3, y ser compatible además con los hechos corroborados.
8. Conclusión: establecimiento de la causa o causas del fallo mediante la eliminación de las hipótesis imposibles y la confirmación de la hipótesis compatible con los hechos y daños detallados. Determinación de las causas que han provocado el accidente, que emanan de dicha hipótesis.
9. En caso de que ello se requiera, determinación de todas las medidas preventivas que se sugieren para eliminar la presencia de causas subyacentes que pudieran desencadenar en el futuro accidentes similares.