Bases temporales de cálculo

La mayoría de los indicadores requieren de una base temporal, es decir, se calculan respecto a un periodo de tiempo determinado. Existen diferentes bases temporales para realizar el cálculo de indicadores, aunque algunas de ellas ofrecen más utilidad de otras. 

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Cada base temporal puede tener diferentes utilidades. Para aumentar la precisión de algunos indicadores, como los de disponibilidad, la unidad de tiempo en general de la base temporal debe ser el minuto, aunque en determinados casos puede ser el segundo, la hora, el día o la semana.

Las tres bases temporales que RENOVETEC considera más útiles para el cálculo de indicadores que requieran una periodo de tiempo de cálculo son las siguientes:

  • BASE TEMPORAL A, base mensual. El indicador se calcula teniendo en cuenta tan solo lo sucedido en el mes en que se calcula. Para el concepto ‘periodo de tiempo total’ que aparece en determinadas ¾ fórmulas de cálculo debe considerarse los minutos totales del mes que se analiza. Por las características del calendario actual, cada mes tiene un número de minutos diferente. Así, los meses de 28 días tienen 40320 minutos, los de 29 días 41760, los de 30 días 43200 y los de 31 días 44640. Si las fórmulas se calculan en horas deben considerarse, para cada uno de los tipos de mes indicados, esas mismas cifras divididas entre 60. 
  • BASE TEMPORAL B, base año natural. El indicador se calcula teniendo en cuenta lo sucedido desde que arrancó el año natural hasta el momento en que se calcula el indicador. Así, en un año no bisiesto, para el cálculo de un indicador en base temporal B debe considerarse que si se calcula para el mes de enero, debe considerarse que el ‘periodo de tiempo total’ que aparece en determinadas fórmulas es de 44640 minutos o 744 horas, para el mes de febrero.
  • BASE TEMPORAL C, acumulado 12 meses. El indicador se calcula teniendo en cuenta lo sucedido desde en los últimos doce meses Así, en un año no bisiesto, para el cálculo de un indicador en base temporal C debe considerarse que si se calcula para cualquier mes del año, debe considerarse que el ‘periodo de tiempo total’ que aparece en determinadas fórmulas es de 525600 minutos u 8760 horas, para el mes de febrero.

El cuadro resumen que contiene los ‘periodos de tiempo total’ para cada uno de los meses del año, en las tres bases temporales, en días, horas y minutos, se indica en las siguientes tablas.

Se recomienda encarecidamente emplear siempre, para todos los indicadores que requieran una base temporal de cálculo, las tres bases A, B, y C, aunque en determinados casos puede ser útil utilizar otras bases. Eso quiere decir que para realizar el cálculo de un determinado indicador en el mes de Marzo para un ítem concreto es necesario realizar el cálculo tres veces: una con base temporal tipo A, otra con base temporal tipo B y otra con base temporal tipo C.

La evolución de los indicadores

Tan importante como calcular el dato puntual de un indicador en un periodo determinado es analizar la evolución de dicho valor. La mejor forma de mostrar cómo ha evolucionado un determinado indicador que requiera una base temporal es mostrar cómo ha ido variando el valor de dicho indicador en los doce meses anteriores a una fecha determinada, generalmente la fecha actual.

Además, en un archivo histórico debe poder consultarse la evolución de cualquiera de los indicadores, en todas las bases, en cualquier periodo anterior a los últimos doce meses contados a partir de la fecha actualizada. Para cada uno de los meses es necesario realizar el cálculo en las tres bases de cálculo A, B y C.

Forma de llevar a cabo el cálculo de indicadores

Los cálculos a realizar son muy numerosos incluso para instalaciones pequeñas, siendo en la práctica imposible realizarlos de forma manual o con herramientas simples como hojas de cálculo alimentadas manualmente. Es recomendable la utilización de programas de gestión de mantenimiento que tengan implementadas las fórmulas de cálculo, los ítems y las bases de cálculo A, B y C, para que de forma automatizada puedan obtenerse los datos necesarios para el cálculo, y puedan realizarse automáticamente dichos cálculos, sin intervención de técnicos.

Emplear técnicos para llevar a cabo el cálculo de los indicadores clave de mantenimiento de una forma no automatizada, especialmente los que están referidos a un periodo de tiempo, debe considerarse como una mala práctica, por la alta posibilidad de cometer errores y por suponer el empleo de recursos de alto coste de forma continuada. El empleo de programas de gestión de mantenimiento que no sean capaces de calcular y de mostrar automáticamente los indicadores que la instalación necesita, teniendo que recurrir al desarrollo de herramientas que deban ser alimentadas con datos de forma manual, sobre todo si los mismos datos ya han sido introducidos en otra aplicación, debe considerarse también como una mala práctica.  

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